Como consecuencia de la industrialización, se enfatiza la estandarización del trabajo y la producción en masa. Los principales objetivos de estas organizaciones son eficacia y racionalidad, para el logro de éstos se apoya en una estructura jerárquica, impersonal, fuertemente centralizada e inflexible.Se enfatiza la división del trabajo, especialización tanto horizontal (cantidad de tareas) como vertical (si el control está en manos de quien realiza la tarea operativa).
Taylor, ingeniero y economista norteamericano que elaboró un sistema de organización racional del trabajo, en un planteo integral que luego fue conocido como “taylorismo”. Se basa en la aplicación de métodos científicos de orientación positivista y mecanicista al estudio de la relación entre el obrero y las técnicas modernas de producción industrial, con el fin de maximizar la eficiencia de la mano de obra y de las máquinas y herramientas, mediante la división sistemática de las tareas, la organización racional del trabajo en sus secuencias y procesos, y el cronometraje de las operaciones, más un sistema de motivación mediante el pago de primas al rendimiento, suprimiendo toda improvisación en la actividad industrial.
El taylorismo corresponde a la división de las distintas tareas del proceso de producción que trae consigo el aislamiento del trabajador y la imposición de un salario proporcional al valor que añaden al proceso productivo. Este fue un nuevo método de organización industrial, cuyo fin era aumentar la productividad y evitar el control del obrero en los tiempos de producción.
La división del trabajo planteada por Taylor efectivamente reduce los costos y reorganiza científicamente el trabajo, pero encuentra un rechazo creciente del proletariado, elemento que sumado a la crisis de expansión estructural de mercado (por velocidad de circulación de la mercancía) lo llevaría a una reformulación práctica en el siglo XX que es la idea del fordismo.